Reseña: El chocolate no hace preguntas

Título: El chocolate no hace preguntas

Autora: Yolanda Quiralte

Editorial: Esencia

Fecha de publicación: 09/07/2019

Saga: -

Páginas: 352

Precio: 14,90 €

Sinopsis:

Bruno García acaba de invertir todos sus ahorros en La Bookería, una librería con tintes neoyorquinos situada en una pequeña ciudad española.

Decidida a dar un cambio a su vida, Sara Bueno entra una mañana en el local para participar en las citas a ciegas programadas para San Valentín.

Tras el primer encontronazo, marcado por una tensión sexual resuelta a medias, ambos traman nuevas formas de volver a verse. Bruno, porque se ha enamorado, y Sara, porque cree posible que Bruno sea el hijo del hombre al que vio morir tras un atropello y a quien lleva buscando dos largos años.

Un tesoro inexistente que Bruno se inventa para pasar tiempo con ella, mucha química, ausencia de lógica y un amor poco convencional los llevarán a vivir situaciones surrealistas hasta que encuentren, por fin, el deseado botín.

Opinión personal:

Aunque no había leído hasta ahora nada de esta autora, Yolanda Quiralte, este libro despertó mi curiosidad por varios motivos, y el primero y más obvio es su título, que ya nos indicaba que nos encontraríamos ante una historia divertida y fresca, perfecta para leer en verano, como ha sido mi caso. A ello hay que sumar que su sinopsis prometía una lectura rápida, con buenos momentos y también es cierto que confío bastante en los libros románticos de Esencia y en su criterio, ya que tan solo he tenido buenas experiencias con sus títulos. 

@Librosparapodervivir

Bruno ha invertido todo lo que tenía en la Bookería, una librería diferente a todos los locales que la rodean. Cuando Sara entre en su local para participar en una cita a ciegas programada para San Valentín, la tensión sexual entre ambos será más que evidente, por lo que no tardarán en buscar excusas para coincidir o volver a verse, aunque lo cierto es que también tienen diferentes motivos. Bruno porque siente mucha curiosidad por Sara, y esta porque cree que es probable que Bruno sea el hijo del hombre al que vio morir atropellado hace dos años.

Tengo que admitir que este libro ha sido un tanto contradictorio para mí, aunque he sacado una opinión positiva en general de él. Empezando por lo que no me ha terminado de convencer, destaca el ritmo, ya que había momentos en su lectura en los que está inmerso plenamente en la historia y otros en los que sentía que no sucedía nada, teniendo partes más monótonas. A ello hay que añadir que algunos momentos eran un tanto exagerados para mi gusto, aunque también hay otros disparatados de los que he disfrutado. Ahora bien, me ha gustado mucho el contraste de la librería en una pequeña ciudad, al igual que sus personajes principales, como es el caso de Maika, que visibilizada el Síndrome de Asperger muy bien y con mucho respeto, dándonos, junto a los demás, momentos divertidos, por lo que he acabado la lectura con la sensación de que he acertado y esta es una de esas novelas perfectas para leer en verano. Espero volver a leer a su autora, que también tiene publicada con Esencia Las campanas no son solo para las iglesias, con la que vemos su ingenio para los títulos.

En definitiva, aunque algunos aspectos de El chocolate no hace preguntas no me han terminado de convencer, ha sido una lectura entretenida y divertida, muy veraniega, de la que saco una opinión global positiva. 

3/5