miércoles, 9 de septiembre de 2020

Reseña: Los chicos de la Nickel

Título: Los chicos de la Nickel

Título original: The Nickel Boys

Autor: Colson Whitehead

Editorial: Literatura Random House

Fecha de publicación: 03/09/2020

Saga: -

Páginas: 224

Precio: 19,90 €


Sinopsis:

Desde pequeño, Elwood Curtis ha escuchado con devoción, en el viejo tocadiscos de su abuela, los discursos de Martin Luther King. Sus ideas, al igual que las de James Baldwin, han hecho de este adolescente negro un estudiante prometedor que sueña con un futuro digno. Pero de poco sirve esto en la Academia Nickel para chicos: un reformatorio que se vanagloria de convertir a sus internos en hombres hechos y derechos pero que oculta una realidad inhumana respaldada por muchos y obviada por todos. Elwood intenta sobrevivir a este lugar junto a Turner, su mejor amigo en la Nickel. El idealismo de uno y la astucia del otro les llevará a tomar una decisión que tendrá consecuencias irreparables.

Después de El ferrocarril subterráneo, Colson Whitehead nos brinda una historia basada en el estremecedor caso real de un reformatorio de Florida que destrozó la vida de miles de niños y que le ha hecho merecedor de su segundo premio Pulitzer. Esta deslumbrante novela, a caballo entre el momento presente y el final de la segregación racial estadounidense de los sesenta, interpela directamente al lector y muestra la genialidad de un escritor en la cima de su carrera.

Opinión personal:

Debo admitir que Los chicos de la Nickel fue uno de esos libros que despiertan mi curiosidad desde el primer momento que los veo, y es que esta novela que habla del racismo en la década de los sesenta, centrado en un reformatorio que existió y en una historia real, tenía una premisa demasiado atrayente para dejarla escapar, sobre todo teniendo en cuenta la realidad actual de los Estados Unidos. A ello hay que añadir el prestigio de su autor, Colson Whitehead, que ha conseguido con esta novela su ¡segundo! Premio Pulitzer, puesto que ya lo ganó con El ferrocarril subterráneo hace tres años, además de haber quedado como finalista en el año 2011. ¿Habrá conseguido gustarme tanto como a los lectores estadounidenses? Descubrámoslo.

Eldwood ha crecido escuchando a los grandes activistas
por los derechos civiles de los afroestadounidenses, como Martin Luther King, por lo que cree en un futuro donde los suyos tengan una mejor vida, una vida digna sin ser discriminados y menospreciados por el color de su piel. Quiere ser parte de ese cambio social. Sin embargo, sus sueños se verán truncados cuando sea internado en la Academia Nickel para chicos, un reformatorio que esconde grandes secretos y tratos inhumanos a sus internos, una realidad que pocos conocen o muchos se esfuerzan por ocultar. Ahora que todos los horrores del reformatorio están saliendo a la luz, ¿estarán Eldwood y los demás exalumnos preparados para contar sus historias y todo lo que vivieron? ¿Habrá alguna vez justicia para todos aquellos jóvenes que tanto sufrieron?

Como todos sabemos, Estados Unidos está viviendo un año convulso por la brutalidad policial sobre ciudadanos negros, una situación a la que su sociedad ya se ha cansado de dar la espalda. Por ello, me parecía muy oportuno que este libro acabara entre mis lecturas mensuales, porque siempre viene bien conocer el pasado para entender el presente y el futuro, y en este caso, podemos viajar al siglo pasado y ver cómo era la realidad de los ciudadanos afroestadounidenses en la década de los sesenta y setenta, con una realidad que a veces asusta, sobre todo porque el reformatorio de esta historia está basado en uno que existió. De este modo, creo que el autor consigue captar muy bien todo lo que viven los ciudadanos sobre todo negros y también latinos, aunque creo que el autor en ocasiones no consigue transmitir lo suficiente al lector. Es decir, se nos muestran situaciones y circunstancias muy duras y reales, pero a veces he sentido que faltaba que fueran más cercanas a mí como lector, que consiguieran despertar más rabia y dolor, más sentimiento, por así decirlo. Aun así, he disfrutado bastante de esta historia, ya que este tipo de novelas suelen gustarme bastante y he sentido simpatía por las historias de los jóvenes que van apareciendo en el libro y todo ello rodeado de la prosa de Colson Whitehead, un autor del que podría decirse bastante, pero creo que decir que cuenta con dos Pulitzer es suficiente. 

En resumen, Los chicos de la Nickel es una lectura actual y necesaria para entender la realidad de Estados Unidos, una novela a la que aunque le falta sentimiento en ocasiones, retrata a la perfección la brutalidad que sufrieron los jóvenes negros en los reformatorios. 

3,75/5

4 comentarios:

  1. HOLA HOLAAA!!!!
    me alegra que te haya gustado pero la verdad es que no es un libro para mi
    Muy buen post!
    Un besote desde el rincón de mis lecturas ❤️

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  2. ¡Hola! Me alegra que sea una novela de la que has disfrutado. Personalmente no es una lectura que termine de llamarme la atención, así que en esta ocasión prefiero dejarlo pasar.

    ¡Nos leemos!

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  3. Desde el principio la voz del narrador me chirrió. Omnisciente y decimonónica. Las perspectivas y los ángulos y las coherencias de las voces hoy (bueno no hoy, desde hace ya un tocho de años) son casi tan importantes como la misma historia. El plot , vale, puede ser muy cool e interesante pero si lo pasas a narración tienes que currarte la verosimilitud y la coherencia desde un juego válido de voces narrativas. Y este tío lo hace como una ful. No sé quién es el jurado del Pulitzer. Por favor, ahí está Franzen. Es que este pavo no ha leído el Quijote?

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    Respuestas
    1. ¿Alguien entendió lo que dice esta opinión?
      ¿Es una nueva lengua?

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