Reseña: Hielo y plata

Título: Hielo y plata

Autora: Alena Pons

Editorial: Nocturna

Fecha de publicación: 21/09/2020

Saga: -

Páginas: 624

Precio: 17,50 €

Sinopsis:

Dicen que lo importante es participar...

Sí, claro, eso que se lo digan a una patinadora de élite.

Para Mariya Vilamarín, llegar a lo más alto del podio es un sueño inalcanzable. Y lo peor es que la persona que la derrota una y otra vez es su propia hermana. Compaginar los estudios con una carrera deportiva, una madre exigente y esa rivalidad fraternal es una misión imposible.

Por eso, cuando se le presenta la oportunidad de entrenar en otro país, Mariya decide dar un salto al vacío y compartir pista con estrellas de su deporte. Quizás alguno de sus nuevos compañeros pueda ayudarla a brillar con luz propia...

Pero para triunfar patinando tienes que sacrificar tu vida por el hielo. Y cuidado: un solo desliz puede cambiarlo todo.

Opinión personal:

Un año más, la editorial Nocturna comienza el nuevo curso literario con su firme apuesta por el talento nacional, y aunque este mes, a diferencia de los septiembres de los cinco años anteriores, no tendremos un libro de la serie Marabilia de Iria G. Parente y Selene M. Pascual (leedlos si aún no lo habéis hecho), se nos da la oportunidad de conocer a una nueva autora del sello, Alena Pons, que se estrena con Hielo y plata, una historia de amor, familia, segundas oportunidades y, sobre todo, una historia de amor por el patinaje sobre hielo. Con esta premisa era difícil no dar una oportunidad a este libro, pero es que, además, Lola Rodríguez consigue reflejar de forma perfecta su esencia en esa preciosa portada de la que todavía sigo enamorado. 

Aunque Mariya Vilamarín se esfuerza día a día por ser la mejor y tener el reconocimiento de su madre, está acostumbrada a ser invisible para ella y ver cómo su hermana Nastya, una de las mejores patinadoras de hielo, consigue todo lo que ella sueña. Sin embargo, por una vez en su vida, la suerte le sonríe y recibe la oportunidad que necesitaba para demostrar a todos que puede ser una gran patinadora, aunque tenga que ir a entrenar a otro país. Allí, se sentirá en las nubes y encontrará su sitio entre personas que valorarán su trabajo pero, antes o después, descubrirá el peor lado del deporte y tendrá que enfrentarse a sus demonios. ¿Conseguirá Mariya demostrar que tiene voz propia y puede ser algo más que la sombra de su hermana?

Ari (por Raquel Martínez)

La protagonista de nuestra historia, Mariya o Ari, me ha gustado mucho desde el primer momento, sobre todo porque comprendemos su frustración al ver que no se valora todo su esfuerzo, además de ser una persona constante y trabajadora. Al igual que con el resto de personajes, la autora consigue transmitirnos su amor por el patinaje y su necesidad por encontrar una voz propia, su propio estilo, aunque tenga que romper las reglas del juego. Otro personaje relevante ha sido Pablo, que me ha ganado desde el primer momento con su personalidad y por los grandes momentos y la sólida amistad que crea con Ari. 

Ahora bien, hay dos personajes que al principio de conocerlos no me gustaban demasiado, aunque lo cierto es que más bien no los soportaba, pero que poco a poco consiguen tener su hueco en la novela y mostrarnos que las apariencias engañan. Este ha sido el caso de Natsya, la hermana de Ari, a la que no pude aguantar durante la mitad del libro (luego me ha acabado gustando), pero creo que luego conocemos sus razones y podemos entenderla, aunque también cambia de actitud. Lo mismo me sucedió con Jared, que en sus primeras intervenciones me pareció un chico prepotente y desinteresado en todo, pero también acaba dándonos gratas sorpresas, sobre todo en la parte final del libro. 

Aunque prácticamente no sabía nada sobre el patinaje sobre hielo, solo lo que había visto en alguna ocasión y algún libro que otro libro que trataba sobre ello, siendo el más reciente Nosotras antes y después, traducido por la autora, me he sentido muy cómodo durante la lectura y he aprendido mucho gracias a ella, además de hacerlo de forma entretenida, natural y sin saturarnos con demasiada información. Con más de seiscientas páginas, puedo decir que Alena Pons ha hecho un gran trabajo, puesto que he estado atrapado en todo momento a sus páginas, en lo que influye lo carismáticos que son sus personajes y lo mucho que disfrutamos de ellos, de esos personajes con diversas capas que tanto nos gustan, sobre todo de los grandes momentos que nos dan Ari y Pablo, Natsya en la segunda mitad y Jared. A través del patinaje, también podemos ver en sus páginas la importancia de luchar por nuestros sueños, pero a través del esfuerzo, del trabajo duro y dosis de esperanza, lo sanadores que son los buenos amigos o cómo la vida nos tiene guardadas esas valiosas e inesperadas segundas oportunidades. Y todo ello con la prosa de una autora que sabe dar la emoción suficiente a cada momento y que nos metamos en la cabeza de la protagonista, por lo que tengo claro que repetiré con sus futuros libros, y aunque esta novela tiene un final cerrado, me encantaría volver a las vidas de sus protagonistas en un futuro (guiño, guiño). 

En resumen, Hielo y plata es una novela emotiva y fácil de leer con la que aprendemos más sobre el patinaje sobre hielo, nos enamoramos de Ari y Pablo, de los que cuesta despedirse, y crea la necesidad de tener más historias de Alena Pons lo antes posible. Solo resta aplaudir a Nocturna por ser cuna de grandes autoras nacionales.

4,5/5