Reseña: Steelstriker. Destructora de imperios

Título: Steelstriker. Destructora de imperios

Título original: Steelstriker

Autora: Marie Lu

Editorial: Puck

Fecha de publicación: 12/09/2023

Saga: 2/2

Páginas: 416

Precio: 19,50 €

Sinopsis:

Como Golpeadora, a Talin le inculcaron la lealtad como forma de vida.

La lealtad a la Espada, que te cubre las espaldas, a los Golpeadores, que arriesgan sus vidas en el campo de batalla y, sobre todo, a Mara, la que antaño fue la última nación libre de la tiranía de la Federación de Karensa.

Sin embargo, Mara ha caído. Y su destrucción ha desatado las peores pesadillas de Talin. 

Con sus amigos dispersos por la lucha y su madre cautiva del primer ministro, Talin se ve obligada a traicionar a sus compañeros Golpeadores y a su tierra natal adoptiva. No tiene más opción que convertirse en la máquina de guerra más mortífera de la Federación: una Skyhunter.

Red no es ajeno a la crueldad de la Federación ni a la tortura infligida en los laboratorios de Skyhunter, pero sabe que este no es el fin de Mara... ni de Talin. Puede que el vínculo entre ellos sea débil, pero quizá sea su última esperanza para recuperar el pasado y salvaguardar su futuro.

Opinión personal:

Hoy vengo a hablaros de la segunda y última parte de una saga cuyo primer libro, Skyhunter. El arma secreta, me encantó y después de dos largos años de espera, por fin tenemos en español su continuación, Steelstriker. Destructora de imperios, con el que se pone fin a esta serie. Marie Lu es una autora que me encanta desde que comencé a leer sus sagas hace años, así que es una alegría que se vayan publicando más de sus libros en español y esté teniendo más acogida, a pesar de que hayamos tenido que esperar tanto para esta continuación. Las portadas de las ediciones españolas me parecen incluso más bonitas que las originales, porque son una auténtica pasada, más incluso en persona.

A Talin le inculcaron la lealtad como forma de vida, sobre todo a los Golpeadores, como miembro de ellos. Sin embargo, Mara, la que antaño fue la última nación libre de la tiranía de la Federación de Karensa, ha caído y su destrucción ha desatado las peores pesadillas de Tallin. Con su madre cautiva del primer ministro, se ve obligada a traicionar a sus compañeros y a su tierra natal adoptiva, no teniendo más opción que convertirse en la máquina de guerra más mortífera de la Federación: una Skyhunter. Red sabe que no es el fin de Mara ni de Tallin y que el vínculo que les une sigue existiendo, aunque sea débil, siendo la última esperanza para recuperar el pasado y salvaguardar el futuro. ¿Podrán ser Talin y Red la salvación del otro y de todo su mundo o caerán juntos?

La ambientación del primer volumen de esta bilogía me encantó, así que he disfrutado de ver la forma en la que ese mundo se expandía en este segundo libro, en el sentido de que podemos conocerlo desde nuevas perspectivas y mejor cómo funciona, unido al conocimiento que ya teníamos del primer libro. Si bien es cierto que no es un libro en el que haya sentido que pasan tantas cosas como el primero, sí que nos da las respuestas a todas las interrogantes que nos dejó el final del primero, cerrando la trama de forma acertada, a mi parecer. Aun así, he de decir que no me ha enganchado tanto como el primero ni impactado de igual forma, creo que es un poco más descafeinado, o quizás es que esperaba más de él y las expectativas me han jugado una mala pasada, a pesar de dejar claro que le doy el aprobado y he disfrutado de él. Marie Lu es una autora que me encanta desde hace años, así que leerla siempre es un placer, por lo que pronto veré si me puedo poner con Estrella y espía, su nuevo libro en español, comienzo de una nueva bilogía que tiene muy buena pinta, que se publicó el mes de enero también por Puck. Si todavía no habéis leído la saga Legend y Los jóvenes de la élite, de esta autora, os animo a hacerlo, porque son de mis favoritas.

En resumen, aunque esta segunda parte no me ha parecido tan épica como la primera, he disfrutado de reencontrarme con sus personajes y volver a este mundo una última vez, dando por finalizada una bilogía que me ha dejado con un muy buen sabor de boca.