Reseña: Recuérdame, Alice

Título: Recuérdame, Alice

Autora: Marta Santés

Editorial: Titania

Fecha de publicación: 03/05/2022

Saga: -

Páginas: 352

Precio: 16,50 €

Sinopsis:

¿Por qué está tan mal si nos hace sentir tan vivos?

Él olía a prohibición, olía a una noche de verano en algún lugar exótico, a frutas exquisitas que nunca había probado, olía a deseo, a vida. A amor del que duele... Era su alumno, un muchacho solitario adicto a los libros y a la música que apenas sonreía. Él había invadido sus sueños incluso antes de conocerle tras un violento accidente en el que su cabeza se estropeó, impidiéndole retener sus recuerdos. Él la hizo enloquecer. Él empezó a desearla. La deseó tanto y tan fuerte que sintió que deliraba. Pero eran profesora y alumno en el marco de un orfanato de la Bolonia de Italia en pleno 1980. No podían quererse. Estaba mal. Y aun así lo hicieron.

Ahora Mario conoce a esa mujer, a sus sesenta y cinco años, que olvida sin remedio al amor de su vida y a sí misma. Mario, que sabe que su forma de amar también está bien, trata por todos los medios que recuerde. Entonces encuentra unas cintas de vídeo llenas de la vida de ella, en las que se cuenta a sí misma todo lo que luchó, todo lo que quiso a ese muchacho de pelo rizado y olor a vida.

Opinión personal:

Hoy vengo a hablaros de una de las novedades más esperadas para mí de este año, Recuérdame, Alice, y es que Marta Santés me conquistó hace justo un año, mayo del año pasado, con su novela Retrato de una piel desnuda, con el que se hizo ganadora del Premio Titania de novela romántica, del que, como sabéis, han salido grandes autoras. Ese primer acercamiento a la autora no pudo ser mejor, porque acabó convirtiéndose en una de mis mejores lecturas, así que tenía claro que leería todo lo que saliese de sus manos, porque no solo escribe muy bien, sino que sus novelas son originales y diferentes dentro de este género, así que comencé este libro nada más llegó a mis manos. Al igual que con el anterior libro, hay que felicitar a Luis Tinoco por su trabajo en esa maravillosa portada que capta la magia del libro. 

Alice se enamoró de Liam, su alumno, en el internado de Bolonia de 1980 en el que comenzó a trabajar como profesora. Si bien sabía que su historia de amor estaba destinada a estar prohibida y que quererse estaba mal, se enamoraron locamente del otro y vivieron los mejores días de su vida juntos. En la actualidad, Mario, enfermero del centro en el que se encuentra Alice, de sesenta y cinco años y una enfermedad que le hace olvidar al amor de su vida y a sí misma, encuentra unas cintas de vídeo en las que ella se cuenta a sí misma todo lo que amó al amor de su vida y cómo fue su historia de amor. Lo que Mario no sospechaba es que seguir los pasos de la vida de Alice cambiaría la suya para siempre y le acercarían más que nunca a sí mismo. ¿Logrará Mario encontrar las piezas del puzzle que permitan a Alice recordar cómo fueron los momentos más bonitos de su vida? 

Como sucedió en la otra novela, nos encontramos un libro que se desarrolla dos tiempos, el presente, en el que Mario revive junto a Alice los momentos más importantes de su vida y empieza a construir la suya, y el pasado, en el que viajaremos a la Bolonia de 1980 a través de los vídeos grabados por Alice y también apuntes del diario de Liam, lo que nos permite profundizar en ambos y cogerles demasiado cariño. Pero además de Alice, creo que en la novela también es esencial Mario, porque aunque se dé más importancia a ella, vemos el camino de superación personal y el crecimiento del enfermero, además de seguir sus pasos hacia su propia felicidad y el amor. Ahora bien, no os creáis que en este libro os libraréis de sufrir, porque ya sabéis que la autora nos regala historias de amor, de amistad, de esperanza y de superación, pero también momentos complicados y duros en los que se os escapará una lágrima, siendo un coctel tan variado como la vida misma, por lo que si os gusta el drama literario como a mí, iréis bien servidos. Una vez más, hay que aplaudir que se apueste por personajes queer en roles importantes, pero que no todo su desarrollo como personaje gire en torno a su orientación sexual, que es algo que está demasiado visto. Por último, la prosa de Marta Santés ha vuelto a ser tan precisa y bonita como en la otra novela, y es que sabe dar con las palabras oportunas en los momentos clave y que creemos poderosos vínculos con sus personajes, así que leeré todo lo que salga de sus manos y me alegra que este libro esté teniendo tanta repercusión en redes sociales, porque creo que lo merece. 

En resumen, Recuérdame, Alice ha superado con creces mis expectativas y ha corroborado lo bien que escribe la autora, dándonos personajes reales, imperfectos e inolvidables y libros que se clavan en nuestro corazón y nuestra retina. Tenéis que leer a Marta Santés. 

5/5

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