Título original: See You in the Cosmos
Autor: Jack Cheng
Editorial: Nube de Tinta
Fecha de publicación: 18/05/2017
Saga: -
Páginas: 320
Precio: 17,95 €
Sinopsis:
Alex es un enamorado del cosmos y de las naves espaciales. Con solo once años, su sueño es emular a Carl Sagan y mandar su iPod al espacio, como su héroe mandó los discos de oro Sonidos de la Tierra a bordo de las naves Voyager en 1977.
De Colorado a Nuevo México y de Las Vegas a L.A., Alex hará grabaciones de la Tierra, su tierra. En su viaje, sin rumbo fijo, se encontrará con gente perdida, divertida y excepcional que de alguna manera lo preparará para enfrentarse a la verdad sobre la muerte de su padre. Alex aprenderá que, a pesar de tener una madre problemática y un hermano casi siempre ausente, su familia está ahí para él, más de lo que pensaba.
El objetivo de Alex era alcanzar el cosmos, pero su destino final será él mismo.
Opinión personal:
He de admitir que la forma en la que conocí este libro fue algo superficial, y es que fue inevitable fijarme en su preciosa y llamativa portada la primera vez que lo vi. Después de leer su sinopsis y estupendas reseñas sobre él, me apetecía darle una oportunidad, puesto que los libros que publica la editorial en este línea me suelen encantar, como La lección de August, Pax, Como pez en el árbol o Un monstruo viene a verme. Hay que agradecer a la editorial que haya mantenido la portada y lo haya publicado unos meses después de que saliera a la venta en inglés.
Alex es un apasionado de la astronomía y, con tan solo once años de edad, sueña con mandar su iPod al espacio, al igual que Carl Sagan, su héroe, hizo en 1977 con los discos de oro Sonidos de la Tierra. Así, Alex está convencido de que llegará a alcanzarlo y comienza a recorrer numerosos lugares haciendo grabaciones de la Tierra. Lo que Alex no esperaba al empezar su viaje es que conocería a personas muy peculiares que le abrirían los ojos y le harían darse cuenta de lo que tiene y la realidad de la vida.
Al igual que la mayoría de libros que he leído protagonizados por niños, he sentido por su personaje principal, Alex, una gran ternura, sobre todo tras conocer de la pérdida de su padre y ver cómo se empeña en cumplir sus sueños. No solo vemos la pasión que siente por las naves espaciales y el cosmos, sino que también vemos una visión del mundo desde su mirada inocente, limpia y sincera. En su mente no hay barreras que valgan, solo sueños capaces de superarlas.
Además, al aprender los niños tan rápido, vemos una gran evolución en él y observamos cómo las distintas personas a las que conoce provocan en él una ampliación de su campo de visión y que crezca mucho como persona, pese a su corta edad. Es decir, en este libro no solo veremos un posible viaje del iPod del protagonista al espacio, sino que también leemos un viaje sentimental y físico de este último, que no dejará indiferente al lector.
Este libro no es uno de esos con un ritmo adictivo -esto no quiere decir que no sea bueno ni entretenido, porque sí lo es-, sino que es un libro para leer despacio, saborear cada capítulo y adentrarnos poco a poco en la razón del protagonista, de nuestro pequeño Alex. Es una oportunidad única para ver cómo los niños sienten el dolor, al igual que la forma en la que luchan incansablemente por aquello que aman, de ahí que considere que es un libro bastante completo en cuanto a contenido.
De este autor me gustaría destacar la gran construcción del personaje principal y cómo a través de una prosa sencilla y delicadeza consigue tocar la fibra del lector en cada momento y destapar muy diversas emociones a lo largo de esta novela. Espero que siga escribiendo libros como este, repletos de valores y desde el corazón y la sensibilidad.
En resumen, Nos vemos en el cosmos es una historia llena de sensibilidad e inocencia, a la vez que de sueños por cumplir y esperanza. Sin duda, un relato que hará reflexionar y emocionar al lector a partes iguales y que no le dejará indiferente.
4,5/5